¡Cuidado! Hay peligro de interpretar mal el siguiente versículo bíblico:
“Porque cualquiera que guardare toda la Ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos”. Stg.2:10.
Es cierto que cualquiera que viola la Ley de Dios en una de sus partes, es culpable de violar la Ley como un todo, pero eso no significa que es lo mismo una violación en menor grado que una grave violación de la Ley. Jesucristo dijo:
"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare será culpado del juicio. Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente contra su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano, Raca, será culpado del consejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.” Mat.5:21 y 22.
Según estas palabras de nuestro Señor, cualquiera que pronunciare palabras ofensivas contra su prójimo será culpado del infierno, y a no ser que se arrepienta, y sea perdonado, el día del juicio será lanzado al infierno del fuego tan sólo por una ofensa verbal. Pero, ¿serán castigados igualmente aquél que solamente le diga «fatuo» a su hermano, y aquel otro que maltrate físicamente a alguno de sus semejantes, hasta el punto de causarle la muerte en forma alevosa? No, la Palabra de Dios nos enseña que no. Veamos.
En la Biblia no se nos habla de algún lugar intermedio entre el cielo y el infierno. No hay otra alternativa: o nos salvamos o nos perdemos.
“E irán éstos [los cabritos] al tormento eterno y los justos a la vida eterna”. Mat.25:46.
“Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego”. Apo.20:15.
Podemos alcanzar la salvación por medio de la fe, como un don inmerecido, ya que “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom.6:23), pero la condenación no es una dádiva, pues es algo que no se dará «de gratis», o en forma inmerecida. La condenación eterna será justa retribución que cada cual recibirá de acuerdo a como hayan sido sus obras, “Porque la «paga» del pecado es muerte” (Rom.6:23).
¿Que qué quiere decir esto? Lo contrario de lo que algunos están creyendo, pues hay quienes consideran que, puesto que la fe no les alcanza para someterse por entero a la voluntad de Dios; puesto que se sienten perdidos y sin fuerzas para “echar mano a la vida eterna” (1Tim.6:12 y 19), entonces les es mejor acomodarse a la vida mundanal y atenerse a las consecuencias de vivir perdidamente. ¡Cuidado! pues muchos se lanzan entonces a una vida desenfrenada, dando riendas sueltas a la carne, creyendo que no hay diferencia alguna entre perdidos y perdidos, y así se colocan directamente bajo el control de Satanás y sus demonios. ¡Enorme error!
Dado que Dios es un Dios de amor, y su voluntad es que todos los hombres se salven (1Tim.2:4), nadie debería resignarse a quedar fuera de una salvación tan grande, pero aun aquellos a quienes les resulta indiferente el plan de salvación, o aquellos otros que se sienten impotentes para “huir de la ira que vendrá”, deberían tener en cuenta que, puesto que el Señor vendrá “para recompensar a cada uno según fuere su obra” (Apo.22:12), entonces NO DA IGUAL pecar más que pecar menos.
No quiere esto decir que habrá un infierno chiquito para los que pequen menos y otro grande para los que pequen más; no. El lago de fuego, el tormento eterno, el infierno, la Gehenna, o como se le quiera llamar, será uno mismo, y en él estarán todos cuyos nombres no aparezcan escritos en el libro de la vida, pero aunque el infierno sea uno, el grado de condenación o tormento no será enteramente igual para todos. Muchas personas mueren sin haber alcanzado el perdón de sus pecados, pero no fueron personas de malos sentimientos, y no sería justo emparejarlos con otros que han sido extremadamente cueles y perversos. Tanto unos como otros quedarán excluidos de la salvación, pero el Justo Juez no dejará sufrir por igual al que peca menos y al que peca más; al que peca en ignorancia de la Ley de Dios y al que, en forma desafiante y temeraria peca con pleno conocimiento de la voluntad divina.
¿Duda alguien de que esto sea así? Considere entonces las siguientes citas bíblicas.
"Todo el que comete pecado, quebranta la Ley, pues el pecado es transgresión de la Ley." 1Jn.3:4. (R-V 1990)
"Toda maldad es pecado; mas hay pecado no de muerte." 1Jn.5:17.
“Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho. Mas el que no entendió, e hizo cosas dignas de azote, será azotado poco: porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.” Luc.12:46 y 47.
“Por tanto os digo que a Tiro y a Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a vosotras.” Mat.11:22.
“Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiréis mayor condenación.” Stg.3:1.
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración: por eso llevaréis más grave juicio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros.” Mat.23:14 y 15.
Atendamos la enseñanza que contiene estos versículos de la Palabra de Dios: Los dos siervos fueron azotados, pero uno de ellos recibió menos azotes que el otro. En el día del juicio el castigo será más tolerable para unos que para otros. Si algunos habrán de recibir mayor condenación, es porque otros, aunque también sean condenados, habrán de recibir menor condenación. Si algunos habrán de llevar más grave juicio, es porque otros habrán de llevar un juicio menos grave. Si algunos se hacen hijos del infierno doble más que otros, es porque en el infierno habrá diferentes grados de intensidad, pues para que haya categoría doble, tiene que haberla sencilla, y quizás también triple, o mucho más.
Entonces, si por algún motivo alguien se siente impotente para desatarse de tal o más cual pecado, bueno le fuera no «aumentar su deuda» cometiendo otros pecados en forma irresponsable, descuidada o voluntaria. Quien no pueda guardar fielmente todos y cada uno de los 10 Mandamientos de la Ley de Dios, por lo menos debe comenzar a guardar los que le sean más fáciles de guardar y no creer que da igual infringir uno que infringirlos todos. La Ley de Dios es una, y ciertamente el que quebranta uno solo de sus mandamientos ya quebrantó la Ley, pero eso no quiere decir que DA IGUAL pecar más que pecar menos, porque el Señor no vendrá a emparejar a todos los perdidos, sino que vendrá a recompensar a cada uno según fueren sus obras.
“Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno o malo.” 2Cor.5:10.
Ob. B. Luis, julio 20 de 1997
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